domingo, 23 de noviembre de 2014

'GOLEO' MESSI

Felicidades, querido lector. Estás de enhorabuena. Da igual que Leo no sea tu ídolo y poco importa que no seas culé. Si me estás leyendo, es porque eres futbolero. Y si eres uno de los auténticos (si no lo eres este no es tu sitio), estarás contento. Porque has vivido un momento histórico de nuestro deporte. Probablemente seas español o residas en España. Pero si no, da igual, porque lo más importante es seguro: eres seguidor de La Liga. Y como tal, has de saber que anoche pudiste presenciar un instante único en los 85 años de historia que tiene esta competición. Una fortuna que seguramente no tuvieron tus tatarabuelos, ni bisabuelos, ni todos sus coetáneos futboleros. Probablemente, tampoco tus abuelos. Posiblemente, ni siquiera tus padres...


Algunos -unos pocos elegidos en este país de fanáticos, a decir verdad-, tenemos la suerte y/o la capacidad de ver el fútbol por encima de nuestros colores. Por eso damos importancia a los logros de los equipos y de los futbolistas independientemente de los escudos y los nombres. Y lo que pasó anoche en el Camp Nou es historia viva de nuestro fútbol. El 22 de noviembre de 2014, será recordado en el imaginario futbolístico como el día en el que Lionel Andrés Messi Cuccittini se convirtió en el máximo goleador de la historia de la liga española. El récord del mítico Telmo Zarra (que da nombre al trofeo de máximo goleador nacional cada temporada), por fin cayó. Su registro estaba en 251. El de Messi, antes del partido, algunos lo situaban en 250 y otros en esos 251, empatado con el histórico ariete vasco. Leo no quiso saber de polémicas. Después de amagar con superar el récord dando cuatro 'palos' en los dos últimos partidos, ayer se tomó la revancha a lo grande, como es él, a su estilo, fiel a su trayectoria, siendo más decisivo cuanto más importante es la cita. Para unos, metió el 250, 251 y 252. Para otros, el 251, 252 y 253. Para unos y para otros, un hat trick de golazos. PARA TODOS, NUEVO RÉCORD.


Se dice que saber de fútbol es saber de jugadores. A mis 32 años y de los considerados '4 grandes', a Di Stéfano, Pelé y Cruyff sólo he podido disfrutarlos en vídeo. Y a Maradona, no llegué a verlo en su plenitud. Algún día publicaré y argumentaré 'mi once de todos los tiempos', sólo de los que he visto jugar en directo, claro. Hasta entonces, una breve reseña de los que más me han marcado y por qué:

Hristo Stoichkov: Mi ídolo de la infancia, por su estilo de juego y sobre todo por su carácter, era el espíritu ganador del Barça de Cruyff, el Dream Team que hizo que me enamorara de este juego.

Romário Da Souza: Probablemente, el mejor definidor de todos los tiempos, letal frente al portero. Nadie ha acertado tanto como él en el mano a mano; si recibía dentro del área, era gol.

Ronaldo Nazario: Seguramente el mejor '9' de la historia. Imparable. A diferencia de la mayoría, no necesitaba estar frente a la portería para marcar. Si controlaba con espacios, ya había peligro.

Zinedine Zidane: Sencillamente, el hombre al que mejor he visto jugar al fútbol. Dominaba todos las facetas del juego ofensivo. Técnicamente perfecto y estéticamente espectacular.

RonaldinhoFutbolísticamente insuperable y lo mejor que he visto, pero sólo entre 2004 y 2006. Le faltó profesionalidad para seguir siendo el mejor y continuidad para ser uno de los más grandes.

Cristiano Ronaldo: Muy dotado en lo técnico, espectacular en lo físico y ejemplar en lo profesional. El más grande de todos como deportista, una máquina de hacer goles y el mejor en 2008, 2013 y 2014.


Párrafo aparte para Leo Messi. Sin el carisma de Stoichkov, sin la precisión de Romario, sin la potencia de Ronaldo, sin la elegancia de Zidane, sin la habilidad de Ronaldinho y sin la fuerza de Cristiano. Pero el mejor de todos. El mejor en tanto en cuanto nos referimos al más decisivo y al más determinante. Al más influyente en el juego de su equipo. Al que hace ganar más partidos. Con sus goles muchas veces, con sus asistencias en no pocas ocasiones y con su juego siempre. Con su participación constante, con su ayuda en la zona de creación y con su inestimable colaboración en la elaboración. Incluso aquellos días en los que está 'desaparecido', hasta apático, con su nombre. Porque los defensas rivales saben que ese que deambula por el campo se llama Leo Messi, que no se le puede dejar solo ni un segundo y que no se le debe dar ni medio metro, con el consiguiente beneficio para sus compañeros de ataque y por extensión para su equipo...


Debajo de esta imagen irrepetida y probablemente irrepetible, la del único futbolista de la historia que ha conseguido poner de acuerdo a todos los culés sobre quién es el mejor jugador de la historia del club, vamos a desmontar algunos viejos mitos en torno al '10' azulgrana. Porque parece que, efectivamente, "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Pero mientras tengamos internet de la que servirnos, existan archivos en los que buscar y haya gente valiente a la que agarrarse, al final la verdad siempre saldrá a la luz:



El primero de los mitos, precisamente, es el de que "le regalan los Balones de Oro". Bien. Vamos a empezar por el principio, 2009. Este año, nuestro protagonista no sólo ganó el 'sextete' (seis títulos, todos los que disputaba ese año), cosa que sólo sus compañeros de ese año han conseguido a lo largo de la historia del fútbol. Además, era la referencia indiscutible y fue decisivo en la conquista de todos los campeonatos. Osea, era el mejor jugador que había en el mejor equipo que existía. Indiscutible, por tanto. En 2011, volvió a ser el mejor de los mejores al ganar la Liga y la Champions, siendo además máximo goleador de esta última y protagonista de esa liga. Nada que objetar, por tanto. Y en 2012, aunque menores, siguió ganando títulos, volvió a ser el máximo artillero de la Copa de Europa, ganó el Pichichi de la liga estableciendo el nuevo récord en 50 goles, y, por si todo esto fuera poco, batió el récord mundial de goles en un año natural, dejándolo en la inalcanzable cifra de 91 entre su club y su selección nacional. Una vez más, incontestable.


Retrocedemos entonces 'al de la polémica', 2010. Este es el único que podría considerarse 'injusto', que nunca inmerecido. Porque MERECIDOS SON TODOS. Ese año, habría sido más justo que el ganador hubiese sido Xavi Hernández. Porque ganó lo mismo que Leo con su equipo y tuvo un papel igualmente protagonista. Pero además, a nivel de selecciones, fue el motor de la España campeona del mundo, mientras que Messi tuvo un mundial mediocre en una Argentina que cayó goleada en cuartos de final. Pero ese es un premio que no le 'regalaron' a Messi, sino que 'perdimos' los españoles. Los votos a los nuestros se dividieron entre un Xavi a todas luces merecedor del galardón y un Andrés Iniesta (como español y como culé pocos lo quieren más que yo), que ni mucho menos era acreedor de tal honor en ese 2010. De hecho, ni siquiera fue uno de sus mejores años; estuvo mucho tiempo lesionado, jugó menos de 30 partidos en la liga y marcó un solo gol en la temporada. Pero la gente sólo recuerda que era una de las figuras del gran Barça de Guardiola, que hizo un buen mundial con España, y sobre todo y por encima de todo, que marcó el gol de los goles, el de la victoria en la final, cuyos flashes acabaron por cegar a medio mundo. Pero no, ese año Iniesta no lo merecía. Aunque Xavi sí. Y de la división de votos entre uno y otro se benefició Messi, que, no obstante, era el mejor jugador del mundo en ese momento sin discusión. Nadie defiende más que yo que El Mundial es lo más grande que hay y que en el año que toque debe primar sobre el resto de competiciones a la hora de premiar al mejor jugador. Aunque siempre será mejor y más sano para el fútbol haberle dado ese premio a Messi por lo individual en 2010 que entregárselo a Cannavaro por lo colectivo en 2006. Y esa es la verdadera historia del único Balón de Oro discutible de Leo Messi...Primer mito desmontado.


"Un jugador que juega durante toda su carrera en el mismo equipo no puede ser considerado como el más grande". ¿Ridículo, verdad? Pues no deben ser pocos los que lo piensan, cuando tantos le critican eso al argentino. Así que nada de citar a Pelé, que no salió del Santos en toda su vida, como el más grande... Segundo mito desmontado.


"Un jugador que no ha ganado un mundial no puede ser considerado como el más grande". Otra tontería. Porque entonces tampoco puede entrar en la consideración de número 1 Di Stéfano, que ni siquiera tuvo la suerte de poder disputar un sólo minuto en un Campeonato del Mundo. Porque también Cruyff, que llevó a Holanda a la final del '74 siendo el mejor jugador del torneo, se quedó sin ganarlo...Tercer mito desmontado.


(Los 'amigos' de Pelé, sacan a relucir sus 3 mundiales, pero obvian que no salió de su continente, ni de su país, ni siquiera de su club. Los nostálgicos de Di Stéfano presumen de sus 5 Copas de Europa, pasando por alto que nunca fue a un mundial. Y los defensores de Maradona aseguran que ganó un mundial 'solo', pero parecen no recordar que en una década en Europa ni se acercó al máximo título continental. A Cruyff muchos menos lo consideran como el más grande, pero en cualquier caso, tampoco fue campeón del mundo. Messi ha sido 3 veces campeón de Europa y una vez subcampeón mundial. 'A los puntos', podríamos decir que es el mejor, empatado curiosamente con el último. Con la sutil diferencia de que 'el holandés volador' se retiró hace más de  30 años, antes de que Leo naciera, quien a sus 27, puede seguir aumentando su palmarés...)


"Un jugador que depende de Xavi e Iniesta no puede ser considerado como el más grande". Claro que no, pero es que nunca ha dependido. Sí que se ha visto beneficiado, por supuesto, por ellos y por jugar en el mejor Barça de la historia, que fue la base de la mejor Selección Española de todos los tiempos. Pero la gran mayoría de sus goles han venido precedidos de acciones individuales. Sobre todo de 'slaloms' entre varios defensas, también de muchos duros o sutiles disparos lejanos, algunas faltas directas y no demasiados penaltis...Y cuando ha tenido que asociarse, lo ha hecho con muchos y muy diversos jugadores: Henry, Eto'o, Alves, Villa o Pedro entre otros, han asistido al '10' blaugrana en infinidad de ocasiones, lo que demuestra su capacidad para combinar con diferentes compañeros. Para muestra un botón, el hat trick de golazos de anoche: el primero, falta directa a la escuadra; el segundo, en combinación con Neymar, y el tercero, en esa clásica jugada suya que arranca desde la derecha, se apoya en un compañero -otra vez el brasileño- que lo espera en la frontal, le devuelve la pared y define con precisión al palo largo. Y el rival era el Sevilla, no cualquiera. Iniesta, lesionado, ni jugó, mientras que Xavi no participó en ninguno de sus goles. Cuarto mito desmontado.


"Un jugador que se ha hormonado no puede ser considerado como el más grande". A estos 'enfermos' no debo dedicarles mucho tiempo ni espacio. Sólo decir que el tratamiento que recibió Messi, tan costoso en lo económico como doloroso en lo físico, y por el que cambió su vida entera a los 13 años (demostrando bastante más valor que Pelé en toda su carrera), le ayudó a solventar un problema de salud y de crecimiento. Pero cualquiera que tenga 'dos dedos de frente' sabe que las hormonas no te hacen jugar mejor al fútbol. Quinto y último ridículo mito desmontado.






Hace ya un tiempo, prácticamente a mitad de su carrera, el mediapunta argentino se convirtió en el máximo goleador de la historia del Fútbol Club Barcelona. Un club que además de ser uno de los más grandes del mundo, es centenario. Concretamente 115 años de existencia, que se dice fácil y pronto. Además, es el segundo máximo goleador de la historia de Argentina, lejos ya de Maradona y cada vez más cerca de Batistuta. La Copa de Europa, competición referente a nivel de clubes de la que recientemente también se convirtió en máximo goleador (empatando a 71 tantos con Raúl y Cristiano), tiene 60 años de historia. Antes de Messi, el equipo blaugrana la había ganado sólo una vez. A día de hoy, después de diez años con el '10' en sus filas, ya son 4. La Albiceleste, Bicampeona del Mundo, llevaba 24 años sin llegar a la final de un mundial. Con el rosarino, no perdió hasta la prórroga de la final un campeonato en el que la primera fase la resolvió ÉL SOLO con 4 goles en 3 partidos, fabricó el gol de Di María con el que se clasificaron para cuartos, empezó la jugada del tanto de Higuaín que dio el pase a semifinales y marcó en esa ronda uno de los penaltis que los llevaron hasta el último partido . Una vez más, datos que no se pueden discutir. Para mí ya es uno de los cinco grandes. Pero creo que cuando acabe su carrera será el más grande. Porque recuerden, 27 añitos...


A colación del súper record conseguido anoche, esto fue lo que primero que a un forofo 'merengue' con carnet de periodista se le ocurrió escribir: "Lo repito hoy: Cristiano enterrará en goles a Messi". Esto no se llama periodismo, se llama fanatismo. Y este tipo no es futbolero, es un simple ultra madridista. Pero para mi desgracia, representa la regla y no la excepción dentro de este periodismo de bufanda que impera en nuestro país. (Por cierto, teniendo en cuenta que Leo aventaja a Ronaldo en 55 goles y que es dos años y medio más joven que él, recojo el guante, acepto la apuesta y respondo: mientras Messi siga en el Barça, Cristiano nunca le superará).


¿Pero saben lo que les digo? Que estamos asistiendo a un momento histórico del juego más bonito que existe y que no me lo pienso perder por estas nimiedades de los colores y los escudos. El fútbol es mucho más que eso y está muy por encima de eso. Y pienso seguir disfrutando de los dos. Porque yo, como culé, pero primero como futbolero y defensor de la justicia, espero que Cristiano Ronaldo sea Balón de Oro de este 2014. Porque ha sido el mejor y se lo merece. Y me parecería bien, porque una diferencia de 4 a 3 es 'más real' que la de 4 a 1 que había hace un par de años. Ahora espero que Messi vuelva a ser el ganador en 2015. De hecho, voy a lanzar desde aquí un órdago: creo que Cristiano se retirará con 3 Balones de Oro y 6 Botas de Oro y Messi se despedirá con 6 y 3 respectivamente, justo al contrario. De esta manera, se retirarían como el mejor goleador de todos los tiempos y el futbolista más grande de la historia, que es lo que serían para mí.


Y cuando me pregunten mis hijos o mis nietos, si algún día los tengo, sobre mis futbolistas favoritos, les diré que Stoichkov fue mi ídolo por el espacio-tiempo en que lo descubrí, 'mi primer amor' futbolístico y eso no cambia. Les contaré que tuve la suerte de ver al 'futbolista perfecto', del que mejor se puede aprender cómo se juega a esto, que se pongan vídeos de Zidane, porque lo hacía todo bien. Y para acabar, les explicaré que mi comprensión del juego evolucionó al tiempo que el juego en sí, que no porque me haya tocado verlos -aunque en parte también-, coincidí en el tiempo con dos futbolistas superlativos: uno, Cristiano Ronaldo, que era un súper atleta, tan fuerte física como mentalmente, que a sus excepcionales cualidades innatas unía un trabajo incansable y una ambición sin límites que lo convertían en el mejor goleador del mundo del momento y -hablando de atacantes-estrella-, el mejor profesional de este deporte que conocí. Su ansia por superarse y por ser el mejor, lo llevaron a conseguirlo durante un par de años, en los que superó a un jugador de fantasía, que marcaba tanto como asistía, que jugaba donde, cuando y como quería, porque rendía de extremo y de interior derecho o izquierdo, de mediapunta o de delantero centro, ganaba partidos 'solo', manejaba el marcador a su antojo, aparecía en todos los grandes momentos, cambió la historia del club de su vida, le devolvió la grandeza a su selección y fue el mejor futbolista que nunca ví. Este último, se llamaba Leo Messi...



©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.

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