lunes, 25 de agosto de 2014

EL CHOLISMO ILUSTRADO


"El concepto de despotismo está vinculado al abuso de poder, ya sea moral o físico, imponiendo el uso de la fuerza en el trato con un determinado grupo de personas. Este concepto suele estar vinculado con un tipo de gobierno que posee el poder absoluto y cuyo accionar no se encuentra limitado por las leyes existentes."

"El concepto de ilustrado tiene que ver con todo aquello relativo al movimiento filosófico y cultural que postulaba el predominio de la razón por sobre las emociones y que consideraba que en el uso de la inteligencia residía el progreso de toda la humanidad."


Y ahora, aplicándolos al fútbol, ¿qué equipo, qué filosofía deportiva y qué entrenador les sugiere la mezcla de estos dos conceptos? Efectivamente; el Atlético de Madrid campeón de casi todo, el del 'partido a partido' y el dirigido por Diego Pablo El Cholo Simeone. El despotismo (deportivo) es el que pone en práctica el conjunto colchonero. El ilustrado (futbolístico) es el entrenador argentino. Una sociedad insultantemente ganadora. Y a esta corriente que manda en el fútbol español y amenaza con hacerse con el dominio de Europa, la llamaremos 'El Cholismo Ilustrado'.


Cuando se habla de algún ex-futbolista que se ha convertido en entrenador, se dice que fue 'cocinero antes que fraile'. Diego Simeone fue 'Master chef'. Más de 100 veces internacional con Argentina, de la que fue capitán, 3 veces mundialista, bicampeón de América, ganó en España y ganó en Italia...adonde fue, triunfó. Y lo que es más importante, dejó huella. En todas partes. Pero todos coincidiremos en que hubo un lugar muy concreto en el que dejó un recuerdo muy especial. A orillas del Manzanares, en el Vicente Calderón, donde se dejó la piel durante tres temporadas (y otras dos en una segunda etapa). La segunda de ellas, la 95-96 con el famoso 'doblete', la mejor de la historia del club. O mejor dicho, la segunda mejor. Porque tuvo que ser él mismo quien, esta vez como entrenador, se erigiera en el protagonista de la campaña más espectacular que ha hecho el Atleti nunca. La pasada 2013-2014, en la que se proclamó campeón de liga y subcampeón de Europa. Después, la semana pasada, redondeó este increíble año ganándole al eterno rival en esa final a doble partido que enfrenta al campeón de liga con el de Copa: Supercampeones de España. 




Antes, cuando empezó todo, hace menos de 3 años, llegó al equipo a mitad de temporada. Asumió el reto de dirigir a una plantilla que no había confeccionado él, teniendo que hacerlo todo a contrarreloj durante el parón navideño y con muchísimo trabajo psicológico pendiente con un vestuario hundido que no estaba respondiendo ni de lejos a las expectativas. Le dio tiempo en menos de medio año a ganar un título, la Europa League, goleando en la final al Athletic Club por 3 a 0 con doblete de Falcao. Después del verano, volvió a golear en una final. Esta vez al todopoderoso Chelsea por 4 a 1, con hat-trick del colombianoSupercampeones de Europa. Luego vino una campaña ejemplarmente regular en liga, en la que se aseguró el tercer puesto (su lugar natural por historia, plantilla y presupuesto) en liga, a una distancia sideral del cuarto, al tiempo que ganaba la Copa del Rey, nada menos que al vecino y eterno rival madrileño y en su casa. Para completar la machada, la temporada pasada ganó la liga al Barcelona en el Camp Nou en el último partido y estuvo a un suspiro de campeonar en La Champions, cuya final iba ganando al Madrid hasta ese fatídico último minuto (tal y cómo había sucedido 40 años antes en su primera final). Así que hasta aquí, con 5 títulos en los últimos 3 años, Diego Pablo Simeone González es, estadísticamente y con los números en la mano, el mejor entrenador de la historia del Club Atlético de Madrid. Nadie consiguió tanto en tan poco tiempo. Además, ha sido elegido con todo merecimiento como el mejor entrenador de la liga en las dos últimas temporadas. Ninguno tiene tanto mérito si ponemos en una balanza los activos disponibles y los resultados conseguidos.


Por otra parte, y esto ya es opinión, lo considero el entrenador más influyente que he conocido en mi vida. Tan claro como que Messi es el mejor jugador del Barcelona o tan evidente como que Cristiano es la referencia del Madrid, es para mí el hecho de que El Cholo es la clave de este Atlético de Madrid. Es increíble; parece como si todavía estuviera dentro del campo y los empujara...No puedo olvidarme del Barça de Guardiola, posiblemente el mejor equipo de todos los tiempos y sin duda el mejor que yo he visto, por estilo y resultados. Pero él tenía un súperequipo. Como reconoció el propio Pep, "otro entrenador podría haber conseguido lo mismo con este equipo. Yo no podría haber conseguido lo mismo con otros jugadores". También recordaré por siempre lo que hizo Luis Aragonés con La Roja en la Eurocopa 2008, cuando acabó cambiando la mentalidad y la historia de un país entero, pero fue un torneo de 6 partidos que duró un mes, y posiblemente tenía el mejor equipo de la competición. El Atlético de Simeone era tan sólo el 3º mejor equipo de España y ganó la Liga. No estaba ni entre las 4 mejores plantillas de Europa y fue subcampeón de la Champions. Cuando los equipos rinden por encima de sus posibilidades, el responsable es el entrenador. Por eso y en eso, Simeone es el mejor:





En aquel último partido de liga en el Camp Nou de la temporada pasada, me sorprendí a mí mismo casi no celebrando el gol(azo) de Alexis que le daba el título momentáneamente al Barcelona. Y también alegrándome por el Atleti cuando el árbitro pitaba el final y eran campeones después de 18 años. Por cosas como esa es por lo que digo que soy más del fútbol que del Barça. El año pasado, el Barcelona era un equipo apático, mientras que el Atlético era un conjunto intenso. Todo lo contrario. El Barça te aburría y el Atleti te enganchaba...



Les voy a confesar algo: me hice del Barça de pequeño, cuando empecé a seguir el fútbol, que es cuando uno decide de qué equipo va a ser para siempre. Allá por comienzos de los '90, la influencia paterna no dejó lugar a la duda, y la magia y la inercia ganadora del Barça de Cruyff hicieron el resto. Luego ha habido otros motivos que me han hecho seguir abrazando la fe blaugrana. Así que no me arrepiento. Sinceramente, lo he disfrutado mucho. No obstante, he vivido la mejor época de la historia del club catalán. Y ya saben que se puede cambiar de casa, de coche, de mujer y de todo, menos de equipo. Sin embargo, en algunos momentos, y he aquí la confesión, he tenido la sensación de que si hubiese sido completamente 'libre' a la hora de elegir, esto es, si me hubiese criado en una casa 'no futbolera', habría elegido al Atlético de Madrid. Siempre digo que si no fuese del Barça sería un colchonero más. Porque su idiosincrasia va mucho con mi forma de ser, y esta es una teoría que no ha hecho sino verse reforzada después de pasar este último año de mi vida en la capital y habiendo presenciado por primera vez un partido en el coliseo rojiblanco. Eso ya no podrá ser. El Atleti es mi amor platónico futbolístico, será como esa mujer que siempre te encantó y a la que nunca pudiste tener. Pero te consuelas pensando en que la tuya te hace feliz. Aunque eso no te impide ver 'las bondades' de las demás...


Y las bondades ya están contadas. Sin embargo, después de todas estas zanahorias viene, porque tiene que venir, un palo. El pasado viernes, en el partido de vuelta de la Supercopa de España, El Cholo fue justamente expulsado por protestar con reiteración fuera del área técnica. No contento con eso, le propinó un par de collejas al cuarto árbitro a modo de recriminación, aplaudió irónicamente al colegiado y se fue a la grada en lugar de al vestuario. Mal, Cholo, muy mal. Acabo de ver en televisión como el más fanático de los periodistas deportivos madridistas, al que no conozco en persona y al que no tengo muy bien considerado futbolísticamente, decía: "El Cholo está siendo devorado por su propio personaje". Al mismo tiempo, leía en una red social a uno de los mejores amigos que me ha dado el fútbol, madridista de pro, colega de los banquillos y futbolero cuya visión sí que tengo muy en cuenta, que comentaba lo siguiente acerca del incidente : "Es que El Cholo vive los partidos intensamente...es que El Cholo defiende a su equipo. Al Cholo se le permite todo". Me da un poco de miedo y mucha pena que puedan tener razón...


Pero a diferencia de otros muchos que han inventado excusas o simplemente no han tenido la humildad suficiente para pedir perdón, -y esta es otra de las cosas que lo hace tan grande-, El Cholo ya ha rectificado. "Cuando uno se equivoca, es justo pagarlo", ha declarado dispuesto a acatar la sanción que le sea impuesta. Hay una frase que me encanta y que define a la perfección esta situación: "El modo en que piensas cuando pierdes, determina cuánto tiempo tardarás en ganar". El Cholo ha perdido (las formas), ha reconocido (el error) y ha pedido (el perdón). Aprenderá de ello y tardará poco en volver a ganar. Recibirá una sanción dura, merecida y sobre todo ejemplar. Y eso será bueno para el propio Cholo, para el Atlético y para el fútbol.


Diego Pablo, no queremos que seas déspota. Cholo Simeone, te pedimos que nos sigas ilustrando...
¡Larga vida al Cholismo Ilustrado!


©Miguel Pérez Duque 2014 Todos los derechos reservados.

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